viernes, 10 de diciembre de 2010

Las noticias de mi muerte han sido una exageración

Buceo en el parnaso informativo de los archivos de Wikileaks y me topo con un cable enviado por el embajador de EEUU en Zimbabue en 2007 donde describe la conflictiva situación política del país y aventura el futuro del dinosaurio de Harare, Robert Mugabe. Esta vez sí -se entusiasma el diplomático- Mugabe está al borde del precipicio: "(...) mis puntos de vista se resumen simplemente en 'mantened el curso y preparaos para un cambio'. Nuestra política aquí está funcionando (...)". Unos párrafos después, insiste:
Con estos antecedentes, estoy convencido de que estamos el fin del régimen de Mugabe está muy cerca. Por supuesto, mis predecesores y muchos otros observadores dijeron algo parecido, y Mugabe está aún entre nosotros. Sin embargo, creo que esta vez va a ser diferente (...)".
Mugabe cumplirá el próximo mes de febrero 87 años, treinta de los cuáles se los ha pasado presidiendo una dictadura devastadora en su país. El entonces embajador en Zimbabue ha sido sustituido por otro, y es más que posible que Mugabe entregue credenciales a alguno más antes de estirar la pata.

Su caso es un paradigma de todo lo que funciona mal en los regímenes africanos, y una lección que deberíamos tener muy presente cuando leemos las tres líneas escasas que nuestros periódicos dedican, por ejemplo, al pucherazo en las recientes elecciones de Costa de Marfil.

2 comentarios:

  1. Afortunadamente existen otros periódicos (hélas, no, no los nuestros), que sí dan cumplida cobertura de la que se está montando en Costa de Marfil. Recomiendo por ejemplo (y no sólo como sábana encimera), el New York TImes: http://www.nytimes.com/2010/12/11/world/africa/11ivory.html?_r=1&ref=ivorycoast
    Había, parece, otros cables secretos que alertaban de lo que está ocurriendo ( informes que en este caso parecen haber servido como papel de fumar...): los de los informadores de NNUU, referidos en el artículo. Para dónde mirar? IK

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  2. Muy bueno. Tengo curiosidad por leer otras joyas de wikileaks.

    Muchas gracias, anónima compañera.

    G.

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